¿En qué consiste?
El análisis de facturas es una opción sencilla y de bajo coste que permite realizar una evaluación de los consumos energéticos. Se basa en aquellos contratos en los que la compañía suministradora tiene instalados contadores de energía, que monitorizan de forma periódica los consumos y la demanda. La monitorización continua de las facturas es el primer paso, y no pequeño, para el conocimiento de los mecanismos de consumo de un edificio o instalación. Este análisis es aplicable a las facturas eléctricas y de gas natural.
¿Por qué puede ser interesante contratar los servicios de NZ Nova?
Veamos algunas de las conclusiones que se pueden extraer de un correcto análisis de facturas:
- Establecimiento de los datos de consumo anual real. Va a permitir compararnos con instalaciones similares, o incluso con valores de referencia (donde los haya), con lo que se puede establecer una primera aproximación del potencial de ahorro. Los datos de consumo y gasto anual son imprescindibles para valorar el alcance tanto de las auditorías energéticas como la selección de las mejoras propuestas.
- Identificación temprana de fallos. Una vez que se tiene un histórico, cualquier variación importante en los consumos mensuales con respecto al histórico hará saltar las alarmas y buscar el origen de esta diferencia: aparición de energía reactiva por avería en las baterías de condensadores, consumos extra generados por averías en los sistemas de regulación y control, excesos anormales de potencia maximétrica registrada, etc.
- Elaboración de comparativas. Se pueden realizar entre edificios similares, o entre mismos períodos de un mismo edificio en años diferentes. Esto contribuirá a identificar buenas prácticas. Permite también valorar los efectos de la implantación de medidas de mejora de la eficiencia energética.
- Identificación de excesos de demanda o consumos no deseados. Las facturas eléctricas reflejan los valores de máxima potencia, y tienen los consumos distribuidos en períodos. El análisis de estas facturas permite identificar excesos de demanda (producidos, por ejemplo, por funcionamiento o encendido simultáneo de equipos) o consumos energéticos en períodos en el que el edificio, empresa o instalación no tiene actividad.
¿A quién va dirigido?
Debido al balance entre capacidad de la herramienta y el coste asociado, es interesante en instalaciones de tamaño pequeño – mediano en las que no hay implantado un sistema de alertas, no existiendo además un mantenimiento preventivo intensivo en las mismas. Este interés se incrementa en el caso de que además el cliente disponga de varios centros de consumo similares o que al menos se puedan homogeneizar a través de parámetros como superficie, ocupación, climatología, etc., por el valor del benchmarking que aporta la comparación continua entre los centros.