Reflexiones R.D. 56/2016 (y X): No permitamos que ocurra con las auditorías energéticas lo mismo que con los certificados de edificios, por favor
Nuestra última reflexión se refiere a lo que ha pasado con el mercado de los certificados de eficiencia energética de edificios, una vez entrado en vigor el Real Decreto 235/2013.
Se ha producido una verdadera guerra de precios que ha degenerado en una pauperización total de la actividad, de los profesionales, de la calidad del servicio y del propio valor del certificado, siendo éste percibido por los ciudadanos como una tasa más, sin ninguna utilidad o valor, mucho menos como una oportunidad de ahorro, de mejora del confort e incluso del valor económico de su bien inmueble.
No se trata de buscar culpables, sino de evitar que caigamos en el mismo error minando las oportunidades ya desde el inicio.
No permitamos que las auditorías energéticas se conviertan en un papel inútil para pasar el trámite. Como dice el propio Real Decreto en el artículo 3.3.d), las auditorías deben ser proporcionadas y suficientemente representativas para que se pueda trazar una imagen fiable del rendimiento energético global, y se puedan determinar de manera fiable las oportunidades de mejora más significativa.
Desde aquí instamos a los organismos competentes de las comunidades autónomas a que ejerzan de manera firme su función inspectora para velar por el cumplimiento y la calidad de las auditorías. Y a las empresas del sector a trabajar con todo nuestro rigor, profesionalidad y honestidad.
Pongamos nuestro granito de arena para alcanzar los objetivos 20-20-20. Contribuyamos a un futuro sostenible, un futuro mejor.
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